23.3.10

Aquela que se afasta do normal

Acabo de conhecer virtualmente a revista argentina Atypica, que me chamou atenção pelas capas bem ilustradas — duas em especial.


Depois entrei no site, no Flickr, no Facebook e por fim no Issuu (1). Muita espiada e a certeza de que vou comprar três edições para conhecer melhor, porque o papel "dá barato" e me canso de estar diante do computador o tempo inteiro.


Vi tudo por alto, mas li alguns editorias escritos pelo editor Andrés Conti e gostei do texto dele. Um me tocou em especial, onde se conta uma história de sonhos e possibilidades reais, em que o importante é gostar do que se faz e do que se é. Esta é uma das rugas do amadurecimento, que devemos orgulhosamente exibir.

Num determinando momento do texto Andrés escreve: "No tenemos ni la menor idea de cómo son las cosas, por eso intentamos explicarlas a nuestra manera". Creio que isso tem a ver com este blog, com o fato de se estar buscando compreender o mundo do design editorial. E uma das maneiras de compreender é escrever, organizando o pensamento para esclarecer a forma como vemos esse universo. Assim, podemos contemplar o raciocínio para reafirmar ou desconstruir.

Gostei tanto desse editorial da edição 29 da Atypica, que decidi reproduzir abaixo. (Para quem não quiser ler em espanhol, vai a dica que um amigo me deu de um tradutor online)

"Cuando sueñan con el futuro, las personas quieren ser estrellas de rock, millonarios, Futbolistas, celebridades, modelos, médicos, arquitectos, abogados, diseñadores o cosas por el estilo. Algunos, muy pocos, soñábamos de chicos con ser editores de una revista. Más que ser editores lo que queríamos, lo que yo quería, era que mi nombre apareciera escrito en el staff de una gran revista de periodismo, bajo el equivalente en castellano de la frase en inglés “writer at large”. Es decir, quería ser uno de esos escasos tipos a los que les pagan un sueldo para escribir sobre lo que se les canta las pelotas, y de la manera en que se les canta las pelotas. Entrar a una enorme redacción, saludar a la gente y sentarme a escribir sobre las injusticias del mundo. Cobrar mi sueldo a fin de mes y tomarme las vacaciones en febrero, o marzo. El tiempo y las maduraciones que lo acompañan me depositaron acá, en estas hojas que ahora son de papel ilustración. Mi nombre figura a la vuelta de esta página bajo el honorable título de “editor”. Obvio, esto no tiene mucho que ver con lo que yo habia soñado. Mi revista, nuestra revista, no es exactamente la que nos gustaría hacer a cada uno de los que trabajamos en ella. Nuestras limitaciones son las que casi todo el mundo tiene: la capacidad de cada uno para hacer las cosas, la necesidad de ceder un poco para ponermos de acuerdo y la plata que no nos alcanza. Para colmo, somos pocos. A veces nos peleamos, o trabajamos los feriados para entregar a la imprenta a tiempo y salir en una fecha decente; y nos cansamos y nos olvidamos de por qué hacemos algunos esfuerzos. No hay una gran empresa detrás que nos pague los sueldos, ni una figura editorial superior a la que echarle la culpa cuando algo sale mal. Si, es cierto, trabajar en un call center vendiendo tiempo compartido o juntar basura de los carros debe ser mas estresante, pero uno se queja de lleno, nomás. Lo cierto es que no estamos en una redacción donde las chicas se pasean en biquini y tacos altos, ni los colaboradores toman tragos de colores en batas de seda roja con un loscano en la boca. Cortando con la queja, esta es la manera que encuentro de decir que para la categoría pseudoreal de los sueños por cumplir, lo que hacemos esta más que bien. Es lo mejor que podemos hacer en este momento, en este lugar, en este mundo. No le echamos la culpa a nadie, nos hacemos cargo de lo que nos toca. Esto es una revista que tiene casi 30, que quiere ser grande, y es nuestro sueño cumplido Su valor principal, entiendo, es pararse en un lugar, ese que les conté antes, y mirar las cosas desde ahí. Esto parece obvio, pero no lo es tanto en un mundo donde el pensamiento único parece hacerse cada vez más fuerte, donde todo pareciera poder encontrase en internet, y está lleno de expertos en eso de decir “lo de ustedes, muy lindo, pero las cosas no son así, son como yo les digo”. No tenemos ni la menor idea de cómo son las cosas, por eso intentamos explicarlas a nuestra manera y en eso andamos. Creo."


______________________________

(1) É incrível a quantidade de espaços virtuais que um mesmo meio de comunicação pode ter atualmente. Ele pode entrar na sua vida de tantas formas diferentes, te influenciar diversas vezes e muitas delas sem que você se dê conta disso...

Nenhum comentário:

Postar um comentário